sábado, 21 de agosto de 2010
Castel di Tusa
De vuelta a Margello, y como sus cenas ya están empezando a ser peligrosas para la salud, buscamos un pueblecito pesquero para cenar, de entre los muchos que jalonan la costa. Por supuesto, casi todos ellos tienen un pescador por cada mil turistas, o así, pero en esta ocasión acertamos con uno con una proporción un poco más favorable.
En Castel di Tusa conocemos un hotel de los que hablan todas las guías, un pequeño establecimiento de una veintena de habitaciones, famoso por la decoración con obras de arte contemporáneas. Feo con ganas, pero a la vez agradable por lo diferente, y sobre todo por no ser uno de esos horribles bloques de apartamentos que saturan otras zonas. Agradable puertecito, de esos que son apenas una playita de piedras.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario