lunes, 9 de agosto de 2010
El barroco del valle de Noto
Si bien el barroco siciliano se manifiesta en toda la extensión de la isla, es en el valle de Noto donde alcanza su plenitud y máxima concentración. La razón es simple. En 1693 un terremoto destruyó por completo más de sesenta poblaciones en el valle. En pocos años se comenzaron la obras de decenas de nuevas ciudades cerca de las arrasadas, dentro de un programa detallado de urmabismo. Y por supuesto, en el estilo de la époco, el barroco tardío.
Así que cada ciudad que visitamos tiene una historia similar. Una parte antigua, destruída y abandonada, o cubierta por el crecimiento urbanístico del siglo XX, y una nueva, que en realidad ahora es la vieja, de comienzos del siglo XVIII.
Hemos comenzado el día "perdiéndonos" un poco, por lo que hemos hecho el recorrido previsto al revés, lo que a la postre ha sido una fortuna, pues nos ha permitido contemplar la fantástica Noto al anochecer.
Buena parte de la mañana la pasamos atravesando la región de Pantalica, con una gran necrópolis bizantina, de la que sólo vimos algunos vestigios. Curiosa camino, en el que había que maniobrar para tomar cada curva...
Nuestro primer destino "barroco" ha sido Palazzollo Acreide. Por fin una parada... aunque corta... Al menos tenemos tiempo de contemplar la magnífica iglesia de San Paolo. Barroca, claro.
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