Como hoy queríamos acercarnos a la playa, escogimos la reserva de Vendicari, en el extremo suroriental de la isla. Lo hicimos porque es uno de los pocos lugares a salvo de la masificación y la construcción de escasa calidad a lo largo de la costa. Además, sus lagunas junto al mar la convierten en hogar de miles de aves.
La larga playa en forma de media luna, estrecha, con restos de posidonia, está rematada por una torre de origen suebo y las ruinas de una planta de procesado de atún, muy común por estas aguas.
Llegamos después al pequeño pueblo de Marzamemi. Comemos al borde del mar, al aire libre, en mesas y sillas de madera pintadas una y otra vez.
!!!!!!Qué bonito todo!!!!!!
ResponderEliminar¿Cuál de todos estos palacios es el vuestro?
¿Y la comida? ¿De verdad es tan buena?
Contadnos algo de ella.