Por fin Piazza Armerina, nuestro destino para hoy. Fiesta grande, de la Virgen de la Vittoria. La gran catedral barroca tiene las puertas abiertas de par en par. Cortinajes de terciopelo rojo, rayos de sol atravesando la gran nave hasta el altar. Los parroquianos doblan Misa para ir avanzando bancos y estar cerca cuando arranque la procesión. La de un estandarte de la Virgen con el Niño rodeado de plata, usado por Roger II en la batalla decisiva contra los sarracenos. Virgen de la Vittoria.
Bonito pueblo medieval, detenido en el tiempo, con su castillo aragonés, sus decenas de iglesias y conventos. Carabinieri de gala despejando la plazuela de la catedral. No hay turistas, todos parecen conocerse.
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