lunes, 9 de agosto de 2010

Taormina. El teatro griego


Es difícil elegir un emplazamiento mejor para un teatro. Aunque los romanos añadieron un muro y una columnata a modo de decorado, los griegos entendieron que no era posible superar el escenario natural visible desde las gradas.

Kilómetros de costa del mar Jónico, los valles fértiles de Naxos y el imponente Etna presidíendolo todo. Vamos, que lo de "marco incomparable" aplica bastante bien.



Hoy, represantación de Turandot, y mucha gente se agolpaba tras las vallas para ver entrar a los famosos (que como eran italianos, sólo eran famosos para unos cuantos...). Aunque aparcamos en la otra punta de Taormina, llegamos (a la carrera) a tiempo para visitar el teatro. Quizá en el mejor momento, al atardecer.





Poco que comentar, más allá de las imágenes, que por supuesto poco diden de la realidad. Mirando a la espalda, la costa calabresa en la península itálica con el estrecho de Messina al fondo.

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